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El sueño de las trufas comenzó a hacerse realidad, aun sin que él lo supiera cuando, en 1997, decidieron comprar una chacra con cinco hectáreas. Por otro lado, si el perro está pasando por un proceso de resfriado en el cual hay exceso de descargas oculares o nasales, puede que el animal trate de limpiarse llevándose las patas al hocico. En el momento en que el buen hombre, que por casualidad se había llevado el llavín, subía la escalera a paso de lobo para ir al cuarto de su mujer, Eugenia tenía el hermoso neceser de Carlos sobre la cama de su madre. Desde pequeños las meriendas son codiciadas, representan ese momento del día en el que podemos darle un gustazo al paladar, sobre todo si son tentempiés dulces llenos de sabor. Las trufas y setas secas son 90% agua; para evitar que pierdan consistencia y humedad, envuélvelas de manera individual con un paño de algodón limpio, guárdalas herméticamente y refrigéralas. El hocico canino se encuentra en una zona en la que se dan dos puntos claves. Ahora bien, Fresco Tuber Borchii ¿tu perro se rasca el hocico con frecuencia?

Como ya sabemos, el perro no solo es el mejor amigo del hombre, sino que es uno de los seres vivos que, con entrenamiento y constancia, puede llegar a realizar casi cualquier cosa y entre una de ellas la caza de estas trufas tan buscadas. En esos casos, el hecho de que el perro se rasca el hocico será un indicativo, pero habrá otros mucho más evidentes, como las deformaciones en la zona o en la cara. La alergia por contacto es aquella que se produce cuando el animal toca algún objeto que está hecho de un material al que es alérgico. Por esta razón, la trufa blanca es tan cara: "puede ser hasta 10 veces más cara que una trufa negra; una de verano puede costar 8 pesos el gramo, y una trufa blanca puede costar hasta 65 pesos el gramo", explica. Por esa razón, es importante que si tras un paseo por zonas con espiguillas notas que tu perro se rasca el hocico, lo lleves con urgencia al veterinario. Lo cierto es que existen varios motivos que pueden causar picor a un can en su hocico y le lleven a intentar rascárselo desesperadamente para aliviar esa incomodidad.

Eso causa un malestar que puede traducirse en ver que tu perro se rasca el hocico o lo frota contra cualquier superficie para aliviarse. Pero además de esta oruga tan peligrosa, hay otras que lo son menos, pero cuyas vellosidades irritan igualmente las vías respiratorias de tu perro, produciéndole intensos picores, rascado y estornudos. Otra de las razones por las que un perro se rasca el hocico es porque, además de cuerpos extraños, hay otros "elementos" que se pueden colar en su nariz y que le causen mucha picazón (además de otros males). Esta sensación pueden provocar una respuesta en el perro que conlleve el rascado del hocico o restregar el mismo contra el suelo u otros objetos de manera frecuente. Por ejemplo, cuando se le queda tierra o arena pegada tras estar hurgando en la misma o restos de la comida húmeda que ha estado ingiriendo. Asentaréis vuestro trono en la montaña adonde llevó Satanás a Jesucristo, y sin que le rindáis tributo, sin que os humilléis hasta besarle la pezuña, seréis el soberano de todos los soberanos de la Tierra. Por Fresco Tuber Borchii ello, es muy normal que en esos rastreos olfativos, se introduzcan en la trufa canina cuerpos extraños.

El cultivo de la trufa implica el conocimiento de una técnica adecuada en el que se incluye no solamente la elección del árbol adecuado sobre el que se ha realizado la micorrización, sino la elección del terreno adecuado, el abonado y riego pertinente, así como las podas de la especie con la cual la trufa se encuentra asociada. La trufa crece subterránea y parásita, en terrenos calizos, soleados y permeables, entre cinco y treinta centímetros bajo tierra, pues su micelio vive en las raíces de ciertos árboles, en las encinas, los avellanos y sobre todo en los robles. Por último, también cabe destacar que en ciertas zonas, sobre todo de temperaturas tropicales, es bastante habitual la presencia de larvas de moscas y otro tipo de insectos que se cuelan en la cavidad nasal de los animales. El moquillo es una temida enfermedad vírica, muy contagiosa, que puede afectar a los perros, sobre todo a los más jóvenes. Se trata de una enfermedad causada por un virus y capaz de afectar a cualquier perro.